"Se discutió sobre muchísimos aspectos del juego. Sebastián intentaba ordenar lo defensivo. Leandro corría, hasta que no dió más y se pareció al Beto Márcico de los últimos tiempos. También se charlaron aspectos individuales, propuestas para mejorar la respuesta del cuerpo a la decisión tomada por la mente. Se habló mucho, y por eso perdimos. Pero jugamos un gran partido"
La noche del Domingo fue, sino la última, la ante-última jornada deportiva del año 2013. Pienso que fue uno de los mejores partidos que he jugado este año. Comenzó cuando tomamos cómo uno de los nuestros a un francés de nombre Vivienne (o algo así) que en realidad esperaba a un tal Julián, que era nada más y nada menos que el Legolas petiso de botines rosados que juega en el mismo horario que nosotros y usa vincha. Más tarde, bien metidos en el partido, un gatito cachorro paseaba sobre el paredón y nos hablaba de proezas.
Jugamos más de lo usual, y eramos solo 8 (ocho). Entre los Buenos se encontraban: Marcos, Diego L., Nacho y el intrépido Luco (que tuvo una noche brillante con pases efectivos y gol). Por el lado de los Malos nos encontrábamos : Sebastián, Patio Rodriguez, Leandro y yo.
Recuerdo que el comienzo del partido fue lento. No había goles y se libraba batalla en la mitad del campo de juego, el calor era agobiante y las piernas demoraban en calentarse. Algunos tenían incluso una fuerza desmedida para hacer pases y se evidenciaban salidas de la noche anterior.El momento de quiebre fue cuando Nacho, siempre inteligente, anticipó movimientos que a nosotros, los Malos, nos llevaron a comenzar perdiendo. Y a pesar de numerosas respuestas nuestras (con toda la agresividad posible), nos metieron 3 (tres ) goles más.
Voy a hablar de mí ahora, porque fue en mi turno de ir al arco, el momento en que, habiendo superado la mitad de la cancha, "clavé un zurdazo con comba" que nos devolvió al partido. Y con espíritu romántico, avanzamos hacia la valla rival y logramos primero empatar y después, ponernos 2 (dos) goles arriba, sosteniendo además, por un tiempo prolongado, una diferencia más o menos estable, a nuestro favor.
Llegó, por supuesto un momento en el que las piernas comenzaron a ceder y los buenos, haciendo uso de su fútbol "estratégico" con ataques prolijos, se elevaron nuevamente y marcaron 5 (cinco) goles seguidos. Durante ese tramo, nuestro equipo, se había convertido en una mezcla de pedidos, recomendaciones y silencios y había dejado de ser ese "Coloso de la Tormenta" que supo ser.
Fue solo sobre el final cuando, lo que parecía ser una nueva remontada, se convirtió en una reducción de la diferencia entre ambos equipos.
En lo personal, contento por mi rendimiento, doblemente contento por mis apariciones como arquero goleador y la sensación de vigor que me acompañó durante todo el encuentro.
En lo grupal, contento por el buen rendimiento de Pato, de quien esperamos más apariciones. Contento también por los pases altos y precisos de Luco, por el valor de Sebastián y las agallas y la magia del botín de Diego. Enaltezco y valoro las palabras de Sebasián y la tremenda capacidad para ordenar de Nacho.
Enaltezco el fútbol de esta noche y espero que se repita la semana próxima.
Para terminar quiero agregar lo siguiente: si uno mantiene sus rodillas levemente flexionadas y adopta un sentido de balanceo sintiéndolo en el cuerpo, es posible ir más allá del pensamiento y SABER actuar. Se trata de moverse incluso cuando uno no está moviéndose, y eso no genera fatiga, todo lo contrario.