lunes, 9 de diciembre de 2013

La lluvia breve

La última semana fue extremadamente calurosa. Los hábitos de las personas (en general, aficionados al aire acondicionado y otros soportes que dañan terriblemente a nuestro hermoso planeta) durante estos días, hace que se parezcan más a marmotas que a seres humanos. Pero, por suerte, son seres humanos y la debilidad de cualquier ser humano con algún grado de sensibilidad es un partido de fútbol.
Hasta minutos antes de comenzar, la convocatoria era muy corta para jugar, y encima, uno de los que sí estaban anotados en la plantilla amenazaba con bajarse, dejando a la "bestia-fútbol", tuerta. Ese uno que se quería bajar, al menos tenía conciencia de grupo y accedió a jugar si no conseguía quien lo reemplazara.
Finalmente, se hizo la hora del partido y fuimos 8 (ocho). El partido se jugo entre 2 (dos) equipos: "Los hijos del bosque", debido a sus torsos desnudos y sensuales, y los "Civilizados" (por esconder sus cuerpos  llenos de vergüenza de sí mismos).

.Los Hijos del Bosque formaron así: Marcos ( que llegó tarde), Andrés C, Nacho y Sebastiano B.
.Los Civilizados, de esta otra forma: Diego L., Ale L, Ferchat y Lucord (quien se manifestó cansado para jugar)

El partido, como expliqué de forma muy escueta (en las alineaciones, justo al lado del nombre de Marcos y entre paréntesis), comenzó después de que llegó Marcos. Antes de eso, los 7 (siete) que estábamos en la cancha hicimos una exhibición para los asistentes y demostramos todo nuestro fútbol, provocando el entusiasmo de los testigos casuales.
Una vez que Marcos llegó, se sacó su remera y se juntó nosotros para comenzar lo que fue un partido de leyenda. Sobre el resultado numérico solo diremos que "Hijos del Bosque" ganó bien.
Si uno es argentino, es muy probable que recuerde a un jugador que se caracterizó, no por su destreza, sino más bien por lo que algunos llaman "tener ángel", pero que es más bien, tener el favor de los Dioses. Ese jugador se llamaba Martín Palermo, el entusiasta del gol. Un día, este hombre metió un gol bajo una fuerte lluvia y con su pecho desnudo alzó su mirada a los cielos y lloró lagrimas épicas. Ninguno de nosotros lloró en la noche de ayer, pero el cielo desató toda su furia y el viento nos quitó nuestras miserias mientras los espíritus nos lavaron el sudor con la frescura con que el cosmos nos anima a seguir a pesar de todo.
Y los Hijos del Bosque ganaron de manera abrumadora.Y Luco hizo 1 (un ) gol. Y Fercha trabó y defendió como nunca. Y yo Andrés C, tuve algo de nuestro lesionado gran arquero Andrés O y mantuve la valla invicta durante un buen tramo del partido. Y Marcos río. Y los hermanos Lumerman insistieron a pesar de todo y se lucieron. Y Nacho ordenó. Y Sebastián contó historias de la dualidad, y de cómo una calavera y las siglas U.S.M.E representan a lo opuesto que se une (voy a necesitar más explicaciones, por mi parte). Y se propuso un baño comunitario como símbolo de amistad (quizá los Dioses a veces hacen romper límites que en el fondo están bien puestos).
Y aunque breve, la lluvia refrescó las almas y nos llenó de dulces expectativas para lo que viene.



(+) Creo que el dueño de la cancha nos volvió a querer un poquito.



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