Domingo 7 de julio del 2013 después de Cristo

La cita del domingo fue, después de idas y venidas, en el estadio Alberto José Pichincha. La re programación del estadio se debió al bienvenido excedente de jugadores. A diferencia del usual horario (20:30), el partido comenzó 20:30.
A medida que los jugadores llegaban, algunos, con gran entusiasmo, comentaron sobre la belleza de algunas camperas y no dejaron de notar con mucho interés, la bicicleta plegable (de un finísimo color gris, o plata) del fantasista Pablo Lumerman.
Una vez que estuvimos todos, se orientó la consciencia de los más serios, hacia el proyecto de armar los equipos. Mientras tanto, los ociosos, pateábamos y corríamos en un desorden infantil. Una vez que ambos cuadros estuvieron listos, se nos fue llamando a un lado y al otro de la cancha.Para hacer más fácil el relato, a partir de ahora, llamaré a los equipos A y B.
A fue conformado por: Iván "el terrible", Lucas Tamagni, Andrés Krom, Pablo Pachila, Diego Lumerman, McNamara de los Dioses (en, tal vez su mejor partido) y el astro Marcos (que a pesar de estar un poquito borracho, fue de lo mejor de la noche).
B se armó de la siguiente manera: Fernando Dagnino, Nacho, Ale Lumerman, Pablo Lumerman, Patricio Rodriguez (el primer becado de la historia oficial), Rauli y quien les habla, Andrés Ciruzzi.

Ahora, la crónica: El arranque del partido se vió envuelto de una calidad misteriosa. Ambos equipos parecíamos ungidos por el espíritu de las musas del invierno. Ambos equipos muy atentos. Muchos pases precisos, pero pocas llegadas al arco rival. Desde la prolijidad, ambos intentaban romper la defensa rival, pero todo era arduo, hasta que en un momento, Andrés C le logra dar un pase entre líneas a Rauli (que es un pichero absoluto y no baja jamás), y se rompió el cero.
A partir de acá, el partido se convirtió en otro. Ambos equipos más verticales, llegaban a gol con más claridad. En este primer tramo, la ventaja pareció favorecer siempre al equipo B.
También, en este primer tramo, sucedió algo que, en el análisis posterior, puede verse como como un elemento que pudo haber favorecido al equipo A (luego explicaré la razón). Iván, en un pique de características sobrenaturales, llego a tres cuartos de cancha y se lesionó. Tras esto, se convirtió en el arquero fijo de A. ¿Por qué pienso que esto favoreció? La respuesta, sin dudas, puede ser polémica, lo asumo desde el vamos. En mi opinión, a pesar de perder un jugado valioso, A se vió favorecido, ya que, al no tener cambios de arquero, pudo solidificar una idea futbolística con intérpretes fijos, que ocuparon siempre, más o menos los mismos puestos. Esto les dió una ventaja por sobre B, que a cada cambio, sugería diferentes formaciones.
Siguiendo con el relato: A venía de atrás, pero tras algunas confusiones, y tal vez un déficit de atención en defensa por parte de B, los del arquero fijo, con un protagonismo absoluto de Diego Armando Macnamara, lograron superar a B por una diferencia de 4 goles. Sin embargo, B tuvo vergüenza deportiva, y convirtió 3 goles seguidos. Pero en ese momento llego el hombre del silbato (que es algo así como el cuco del futbol) y dió por terminado el encuentro. Victoria y honor para el equipo A.