jueves, 1 de agosto de 2013

El como del fútbol cero:

¿Qué es lo que hace al fútbol cero, diferente del fútbol normal? El cómo.
Luego de recuperar mi entusiasmo de la infancia por el deporte más popular, me encontré rodeado de amigos que prácticamente jamás habían visto una pelota de cerca. Durante toda mi adolescencia, encontré eso una virtud, y pensaba que el gusto por el deporte era lo más vulgar de todo lo que un humano puede realizar (gustar es una acción, por eso puede ser realizado) y lo quité de mi vida. Al egresar del colegio secundario, venir a vivir a Buenos Aires, volver, y ponerme a estudiar de nuevo en la Patagonia, tuve la oportunidad de jugar algunos "matches" con amigos de mi hermano, compañeros del instituto, etc.
Un verano, me encontré con Diego Lumerman en Neuquén, ciudad del Viento y Confluencia de los Ríos. Diego me habló sobre su gusto por el fútbol y comentamos con entusiasmo nuestras experiencias.
Para hacer la historia corta: yo volví a Buenos Aires. Allí supe que se jugaba esto.
Un día me convocaron a un partido en un torneo de futbol 8. Recuerdo que jugaba Ale Lumerman. Diego tenía los ligamentos cruzados rotos. Era el segundo o el tercer partido. Perdimos 10 a 1. El gol lo hizo Ale de un corner que pateé yo (soy un narcisista y esto lo necesito, jeje). Creo que ese fue mi primer acercamiento a este fútbol.
Al poco tiempo, recuerdo que comenzé a jugar unos partidos con algunos de los compañeros de hoy. La cita era en las canchas "Open Gallo" (y luego se trasladó a Bulnes y Corrientes) y allí se podía ver a Luco, Fer, cada tanto a Pato, al reaparecido Andrés Krom de las últimas fechas, al fastidioso Claudio di Cicco. Quiero dejar algo claro, esto solo es un recorte de la historia. Se que en paralelo funcionaba un equipo de adherentes filósofos (tuve la oportunidad de enfrentar en algún partido a Sebastian Brunwald,.Ale, Andrés Osswald (si no me equivoco) y otros aguerridos deportistas.
A partir de esta breve y para nada exhaustiva recapitulación, pretendo demostrar que mi contacto con la historia de Fútbol Cero es lo suficientemente potente como para desentrañar algunas de las diferencias de nuestro querido deporte con el Fútbol Otro.
El Fútbol Cero tiene la virtud de ser inclusivo con todo aquel que sepa actuar siempre desde un lugar virtuoso. ¿Qué entendemos por virtud? En http://www.wordreference.com/definicion/virtud, encontramos:
  1. f. Cualidad personal que se considera buena y correcta:
    tiene la virtud de la paciencia.
  2. Buena conducta, comportamiento que se ajusta a las normas o leyes morales:
    siguió una vida de virtud.
  3. Capacidad para obrar o surtir efecto:
    este preparado tiene virtudes calmantes.
  4. virtudes cardinales En la religión católica, cada una de las cuatro siguientes: prudencia, justicia, fortaleza y templanza.
  5. virtudes teologales En la religión católica, cada una de las tres siguientes: fe, esperanza y caridad.
  6. en virtud de loc. adv. A consecuencia o como resultado de:
    llegaron a un acuerdo en virtud del cual se aprobaron los presupuestos.
Desde mi punto de vista, todas las definiciones tienen algo que aplica a nuestro deporte (la definición dos es un poco militar). Pero vale ser más específico. Se puede ser el jugador más malo del mundo. No se debe insultar. Se aplica el reglamento desde quien infringe (si se me fue, lo digo. no se roba) y no desde el otro equipo. Se intenta siempre ganar, pero jugando lo más bellamente que se pueda. Eso es el Futbol Cero. Se puede ser uno mismo, sin temor al insulto, desde el saberse lo contrario a un niño prodigio (un adulto prodigio, que deslumbra por su voluntad y no por su capacidad: este es su poder o virtud, el querer la belleza). De todos modos, las virtudes cardinales, son de mi agrado como futbolista anarco-cristiano.
                                  

Ahora me voy a jugar un partido de Winning Eleven y a dormir.  

1 comentario:

  1. En resumidas cuentas, fútbol cero es fútbol alegría.

    Así como Aristóteles escribió la Ética a Nicómaco, Andrés C. escribió la Ética al futbolcerista. Impecable.
    ¡Bravo!

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