Mascherano

Voy a tomarme una licencia y diré algunas cosas sobre Javier Mascherano.

Antes de que empiece el Mundial, tenía pocas ilusiones para con nuestra Selección. Los primeros partidos fueron un poco rústicos, y parecía que si nos agarraba un equipo fuerte nos destruía. Pero en la mitad de la cancha estaba este peladito que parecía ordenar todo y marcar hasta lo que parece imposible.

Con el paso de los partidos, el equipo creció y ganó en confianza. Al terminar, Mascherano siempre dijo cosas, y habló bien. Cuando hubo penales con Holanda, se acercó a Romero y le dijo que iba a ser un héroe, y lo fue. 

Hace mucho que está en la selección, pero este iba a ser su mundial, el de él y los demás. Y así jugó. Cuando terminó el partido final, con los nazis (que además son robots), el lloró y dijo que esta era la oportunidad, que el dolor no se iba a pasar jamás. Y cuando lloró, juro que lloré con él. Porque me llegó al corazón. Porque nunca me sentí tan conectado con un jugador de la Selección Nacional, como con el. Su dolor es mi dolor y lloro con el. Me gustaría darle un abrazo y decirle: "Man, me hiciste emocionar. Cuando lo frenaste a Robben te amé. Sos mi ídolo y le voy a contar a mis hijos que el mejor 5 (cinco) que ví en toda mi vida sos vos. No te mueras nunca, y cuando te retires, vení a jugar a Futbol Cero, que sos más que bienvenido"