La bellísima condesa de Alba hoy fue internada por una neumonía. ¡Fuerza! |
Como cuando iba a la escuela primaria, ayer me sentí fuera de lugar. Nunca me pude integrar a un equipo compuesto por 3 jugadores que no son asiduos y que acapararon roles que suelo cumplir de manera más o menos noble. Al comienzo de todo se dijo: "los de remera negra para un lado, y para el otro, los de color". Así, me toco jugar para un equipo constituido por cuatro jugadores con el oscuro color y dos con remera azul.
Del otro lado, jugaron los coloridos, más Diego, de remera negra (?).
Creo que el partido fue bueno (por lo menos para los de color). Nuestro equipo, estaba poblado por jugadores con tendencias goleadoras, más un "Bati" Celoria muy molesto con su discurso. El mejor de los nuestros fue Ferchot "Corazón Bello" y el más violento fue Luco, que ajustició al Rey con un rodillazo en la vértebra de Neymar.
El otro equipo fue un equipo muy concreto y nada puede decirse de malo, solo que a nosotros nos tocó jugar con dos desconocidos y a ellos ninguno, lo cual colabora a la hora de jugar con amor. Así que aprovecho y propongo que cuando haya dos desconocidos, juegue uno para cada lado, porque yo sufro de antisocialidad y me pone mal y me dan ganas de llorar (pero además es práctico y justo).
Para el lado de los de color, le doy un apretón de manos a Mc Namara, pero también lo maldigo por querer terminar el partido por viejo. A los hermanos Lumerman les digo que no se peleen porque se los comen los de afuera y a Gera Ponte y Krom, que fueron los mejores de la cancha.
A los míos les digo que hicimos lo que pudimos y al nuevo que no de ordenes porque nosotros conocemos mejor a los rivales y podemos anticipar hacia donde van si se hace silencio gay. A mi mismo me digo que sea menos esclavo de mi mente y a todos, que cuando terminan los partidos, McNamara, Dany y Marcos se juntan a tomar "paso de los toros" y hablan mal de los demás.
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