lunes, 25 de noviembre de 2013

Axolotl Triumphant



Hay un momento en la vida de todo deportista amateur, en que el destino lo pone prueba. El deportista tiene, en ese momento, la oportunidad de ser un héroe y quedar impreso en sus hazañas para siempre. Pero si nuestro deportista no tiene la energía suficiente, los dioses le quitan el favor para siempre y este se convierte en una señora ama de casa que le hace flan a sus nietos por el resto de su vida, aprendiendo todo sobre corte y confección y otras actividades tan aburridas como solitarias.
Este último, no es el caso de los 7 (siete) verdaderos hombres que no flaquearon este último domingo. Y fueron 7 (siete), porque el octavo pasajero (Iván), se "olvidó" del partido, dejándonos en un terrible número impar (*), prefiriendo ser una señora (tal vez nos sorprenda con unas bellas camisetas para el próximo partido, confeccionadas por el mismo).
Por suerte para nosotros, quienes recordamos y sostenemos el deporte más amado, 1 (un) coloso de negro nos ofreció sus servicios y llegamos al mínimo de jugadores para poder comenzar la puja deportiva.
Los que no caímos en la mediocridad del domingo fuimos:
Los Buenos: Ferchat, Ale L. Andrés C y El "Coloso" de negro.
Los Malos (o los camiseta de viejo blanca +1): Diego L, Seba B, Nacho, Pablo P.
En una primera y avispada mirada, cualquiera hubiera dicho que el equipo de las camisetas de viejo (esas que musculosas que van debajo de una camisa traslucida metida en un pantalón de vestir muy pero muy alto) era el que más posibilidades de ganar tenía. Y en el comienzo parecía ser así, una serie de desconexiones y distracciones de nuestro equipo nos dejaron atrás en el marcador. El Coloso de Negro, probablemente se sentía un poco fuera de lugar, siendo el único desconocido, sin embargo, desde el fondo, comenzó a generar algunos pases de muy alta calidad (más allá de su pesado estilo) que en ocasiones terminaron en goles míos y de Ale L. Por el lado del otro equipo, situaciones de gol muy parejas y claras, sin embargo, creo que desde el partido del viernes, en que Diego L fue absolutamente anulado por la Señorita Majo, ha dejado de ser el capitán del bello fútbol, por lo menos hasta que recupere su autoestima futbolística.
De todos modos, corresponde decir que la paridad, como casi siempre, fue la reina de la noche, y solo al final, en el último segundo, antes de que el señor canoso nos venga a sacar de la cancha, fue que los buenos fueron buenos y los malos, un equipo de viejos en camiseta.
Por lo demás, resaltaré que los 7 (siete) que estuvimos esa cálida noche infernal estuvimos donde teníamos que estar, y cuando, nuestros nietos pregunten que hicimos el 24 de noviembre de 2013 diremos:- "Yo fui uno de los héroes de San José".



*- pesar de las propiedades sumamente proporcionadas de organización que este tipo de números nos regala en el cosmos(es un hecho que agrupar cosas de a tres es mejor que de a dos, y sino, pregúntenle a una diseñadora de interiores), es un grupo de números terriblemente malos para comenzar un partido de fútbol.

sábado, 23 de noviembre de 2013

La envidia de todos los cumpleaños

Ayer, viernes 22 de noviembre, un plantel de fútbol 0 (cero), se presentó en "La Canchita", un predio del barrio de Chacarita, para homenajear al último gran defensor, Luco Tamagni en su cumpleaños número 30 (treinta).
La fecha en particular tenía varios ingredientes más que interesantes: un asado espectacular, el hecho de jugar fútbol amateur durante 2 (dos) horas seguidas, sin pausa y la posibilidad de ir rotando algunos jugadores. Debido a esto último, la crónica de esta fecha no contendrá resultados, no habrá buenos y malos, porque hubo equipos victoriosos y perdedores en varias combinaciones posibles. Lo que sí destacaremos será la astucia de la única compañera mujer, que no solo metió goles, sino que además le hizo prácticamente imposible la llegada al gol a Diego "Maravilla" Lumerman en muchísimas ocasiones.
Durante las 2 (dos) horas de fútbol, se hicieron presentes: Marcos, Facundo, Andrés "esperamos que te recuperes pronto" Osswald (quien se lesionó luego de una atajada espectacular), Diego y Ale Lumerman, Ferchat, Gerardo Ponte, Agustín Salassa, Iván (con quien fabricamos algunas jugadas deliciosas), Sebastián Brunwald, Patricio Rodriguez (el único jugador que alguna vez cobró por jugar), Lautaro Gatti, Luco, Andrés Yo, Teniente Majoni.
Mientras estábamos en la cancha combatiendo como héroes, el fuego cocinaba la carne sacrificial, sonaba la terriblemente épica música de Cadaver y nuestros pechos se hinchaban de orgullo. Por momentos, en la cancha se podían ver jugadores con el torso desnudo debido al calor (en total 3), un hombre vestido como cantante de música disco que jugaba con zapatos como si fueran botines, el durísimo Luco, la señorita Majoni, haciendo de las suyas.
Hubo goles magníficos, hubo goles no tan magníficos. Hubo jugadas deliciosas. Hubo un momento donde pensamos que pedimos la pelota. Hubo un arquero increíble al que los dioses castigaron por querer volar más alto que el sol y lograrlo (los dioses son orgullosos y en el fondo temen a los grandes hombres).
Cuando terminó el juego, nos acercamos todos y todas a la zona de alimentación y comenzamos el festín.
Destaco que Luco es, además de treintañero, hincha referente de Boca Juniors a partir de la noche de anoche (gracias a Iván por eso).
De pronto, mientras Bruce Dickinson era el protagonista musical, Ale Lumerman dijo: "Esta música es una tontería".
Ale, está música no es una tontería. A veces nuestros corazones reflejan en el mundo exterior lo que llevamos dentro, y nos perdemos de la realidad.
Luco, el plantel completo te desea muchos años más y felicita la sabiduría de tu corazón por hacerte oficialmente de Boca (la camiseta te queda pintada).
Solo resta decir que fue la fiesta de cumpleaños soñada por cualquier futbolista amateur. Gracias por eso.

lunes, 18 de noviembre de 2013

Todos los Hombres

Hoy me cuesta escribir. Anoche, el fútbol me retiró el saludo. Llegué primero, temprano. Y me sentí extraño. Poco a poco empezaron a aparecer los demás. Todos eran sonrisas enormes. Diego, con sus barbas juveniles, Pablo Pachila, alma de segundo mejor jugador del mundo (porque el primero es Lionel Messi), Luco, y su espíritu defensor de todo lo que es bueno, Fercha y la magia de su pie derecho, Andrés O., con la inteligencia puesta al servicio de la agilidad, Leandro y su fuerte pegada mezclada con una seguridad medio porteña que no es tal, Facundo y su fantasista estilo, Marcos y la feliz experimentación de un juego más adulto (que se sabe pillo por la edad, además de poseer su notable gambeta) y Sebastiano B, la testosterona al servicio del deporte amateur, mezclada con una amabilidad superlativa. 
Y yo, (hoy: el otro Andrés). Yo no me sentí bien desde un primer momento. Tenía una certeza obsesiva de que el partido iba a ser difícil para mí. Todos los agentes en mi vida que funcionan como alimento para mi personalidad un poco fóbica, estaban ahí: me puse la camiseta de mi equipo favorito antes de que juegue (y luego perdió), llegué antes que todos, y todos tardaron mucho en empezar llegar y me sentí aterrorizado al ver que a mi alrededor había mucha gente, el agujero que hay en la suela de mi botín izquierdo se sentía más profundo que nunca. 
En algún momento, todos empezaron a llegar. Nos adjudicaron la cancha 2 (dos) y fuimos hacia allí (esta cancha en particular tampoco es de mi agrado). Una vez adentro, empezamos a pelotear y los equipos se formaron así: 
Los Buenos: Luco, Sebastiano, Diego, Andrés O., Pablo P.
Los Malos: Fercha, Facundo, Leandro, Marcos y el otro Andrés.
El partido tuvo pocos goles, hay que decirlo. Pocos porque las defensas fueron fuertes de ambos lados, además de que el calor ayudó y que la suerte no acompañó, pero también pocos, porque muchos no entraron. De todos modos, durante una gran parte del encuentro, Los Malos, tuvimos el marcador a nuestro favor en una diferencia de 2 (dos) goles a nuestro favor. En un momento, Leandro me dijo: "si seguimos así les ganamos seguro" (esto se sumó a la serie de anticipaciones macabras que yo tuve. Nunca, pero nunca fui capaz de sostener una victoria creyendo que ya la tenía). Y desde ese momento, a mi me pareció que no seguimos "así". 
Y en un momento dado, tras algunas jugadas beneficiosas para nosotros, pero mal terminadas, Los Buenos nos dieron vuelta el "match" en 1 (un) abrir y cerrar de ojos. Nos sacaron diferencia de 2 (dos) goles y, aunque intentamos y logramos reducir a 1 (uno) la diferencia, el señor de anteojos que además de ser dueño de la cancha, le enseña tenis a la arquera de Riber Plate, nos terminó el partido. 
Aplaudo a los Buenos de la noche del Domingo, pero me siento triste.

lunes, 11 de noviembre de 2013

Generosidad


La carta tercera del oráculo de Nostradamus, un juego de cartas que permite ver "más allá de lo evidente", nos muestra un ser andrógino con un perturbador camisón con estrellas y dos lazos que tal vez pretenden parecer alas (podríamos interpretar al ser como la cúpula de nuestra poderosa madre Tierra). Observando en profundidad, notamos que de sus axilas sale sudor en forma de grandes gotas, casi una lluvia, de la que beben los perros sedientos que lo rodean. A sus espaldas, una antorcha de fuego sea probablemente el agente culpable de derretir su camisón de hielo cósmico (o tal vez, el "fuego sagrado"), que calma la sed de los caninos, que podríamos ser nosotros, humildes jugadores de fútbol amateur.
No miento cuando digo que ayer, previo al partido, decidí mezclar el mazo de cartas y , siendo irrespetuoso con el juego, pero no con el destino, saqué 1 (una) carta (a pesar de que el juego propone la adivinación a partir de una triada de figuras), para ver quizá, que nos deparaba la noche futbolera.
Sorpresa ante el oráculo, fue lo que sentí, al ver que, llegando a la cancha, el todo poderoso cielo rugía y vomitaba aguas celestiales y el terror se hizo dueño de mí, al ver que posiblemente, muchos no vendrían. Pero el temor fue mayor cuando el dueño de la cancha dijo que no había reserva.Sin embargo, se nos ocurrió (a Fernando y a mí, los únicos hasta ese momento), que tal vez la reserva existía, pero a nombre de otro jugador y no de quien usualmente reserva, Diego L. Por suerte, así fue.
 "A nombre de Lucas, quizá"- dije. El hombre buscó en su carpeta de reservas y dijo:- "Sí".
Ahora, tocaba esperar que los jugadores llegaran.
Poco a poco, y de uno en uno, fueron llegando: Facundo Valdez, Iván, Ale y Pablo Lumerman, Lucoso, Marcos, Leandro Bossero, Andrés O.
Una vez que estuvieron todos, nos acercamos a la cancha 3 (tres), y luego de un breve calentamiento, se formaron los equipos. Los Buenos: Iván, Luco, Leandro, Marcos de las Altas Tierras y quien escribe esta crónica. Los Malos: Ale L, Pablo L, Facundo V, Ferchot del Mar y Andrés O.
El comienzo del partido fue terrible para los Buenos (que son buenos por partida doble en esta ocasión), dado que los malos atacaron, bajo la tremenda lluvia de manera muy eficaz y un tanto cruel, con quienes se encontraban todavía , un poco desordenados. Y llegaron a lograr una diferencia de 3 (tres) goles, sin que nosotros hubiéramos podido convertir ni siquiera 1 (uno).Pero de apoco, nos enojamos un poquito con nosotros mismos, y empezamos a hablarnos más, mientras nuestros cueros, mojados cultivaban el valor de la astucia y le sumábamos coraje a un partido que parecía perdido desde el comienzo.
Mientras tanto, del lado de los Malos, surgían ataques cada vez más duros para nosotros, que además, por momentos nos volvíamos heroicos, y por momentos, parecíamos una señora con toda la cara operada, deseando parecer más joven de lo que es, pero sin lograrlo. En uno de esos momentos, recibí, actuando como portero, 1 (un) gol, por parte de la bestia Dagnino, desde la mitad de la cancha.
Pero nunca nos rendimos, y quien me hizo ese gol, luego se hizo a sí mismo 1 (uno), que nos acercó a la posibilidad del empate. Y, a partir de ese momento, toda la clase y la categoría que pudieron tener los malos, empezó a declinar. Y nuestro empuje, nuestras agallas (quiero resaltar un mega centro de Luco que fue derechito a mi cabeza, que, aunque no fue gol, nos alimento el deseo de victoria) y 2 (dos) goles, cerca del final, permitieron que, a pesar de que los malos hicieran el último de la noche, nos lleváramos la Victoria.
Cuando más atrás en esta entrada dije que los Buenos fueron Buenos por partida doble, lo digo, porque a pesar de nuestra victoria (concreta, porque un gol en contra, es un gol), permitimos a los malos sentir que empatamos si ellos lo desean, y así, somos todos Buenos, en una noche que por la lluvia que acosaba, podría no haber sido, si no fuera por la Generosidad, de todos los JUGADORES (así, con mayúsculas).


Nota: han habido en muchas ocasiones goles en contra, y siempre se cobraron. Este, particularmente no lo ví. Pero por lo que me contó quien lo hizo, me parece que fue gol. 

martes, 5 de noviembre de 2013

Sobre mi segunda ausencia en 2 (dos) semanas:

Antes que nada, disculparme por mi falta sin aviso, pero voy a pasar a explicar los hechos, exactamente como fueron.
Con mucha alegría, me encontré, durante uno de los días hábiles de la semana anterior, con la noticia de que los partidos (el común y el mixto) se pasaban al sábado. Esto, para mí, quería decir que jugaría, dado que el domingo tenía una cita con el metal frente al cementerio de Chacarita. Sin embargo (iluso yo), al día siguiente, la directiva del jardín de infantes en que trabajo, me informaba que el "Acto de Fin de Año" (que no había olvidado, pero sí pensaba que era más temprano), era a las 6 (seis) de la tarde. "No importa"- me dije a mi mismo-, "esto no va a durar más de una hora, como mucho me pierdo el primer partido, pero llego al segundo" (iluso de nuevo).El acto fue muy lindo: niños felices, corriendo y saltando, facturas en la previa, un teatro gigante en Villa Devoto. Pero terminó cerca de las 8 (ocho).
Salí corriendo como la tempestad- "La estación del Urquiza está a 3 (tres) cuadras", me dije. A esa altura, me sabía llegando tarde, pero especulaba con esa demora que siempre tiene el comienzo de los partidos. Pero el tren no pasaba, y cuando finalmente lo hizo, ya había pasado media hora. Luego, conectando subtes, llegué hasta la "Línea H" y me enteré que se había descarrilado un tren. Eran las 9 (nueve) menos cuarto.
No llegaría.
Al bajar en San José (vivo a la vuelta de la cancha), me cruzo con Diego L e Iñaki E (el barbudo misionero, según la compañera Majoni) que me confirman que no llegué y están buscando que comer como dos simios salvajes en esta selva moderna. Iñaki muestra su pesar diciendo con tristeza terrible que lamenta haber participado justo el día en que no estoy para relatarlo en su partido. Pero aquí estoy Barbudo del Norte, y con ayuda de varios de los compañeros del fútbol de nuestros amores haremos una breve descripción de lo que sucedió este sábado.

Lo que sucedió según Teniente Majoni
Teniente Majoni:
En una tarde llena de emociones, la Teniente afirma no ser muy perspicaz, sin embargo, sus dichos son muy descriptivos. Con algo de edición estilo clarín, citaré algunos de sus dichos:

Uff, no quiero pasarme de emoción..te voy tirando las q me voy acordando..jugamos los malos: luco, sebas, marcos, una niña nueva (dani) y yo..los buenos, mechi, vane, flor y su novio mikael (amigos de mer) mas ricky gran viejo amigo mío, quien lucia impecable bajo la casaca de racing club original..hubo cosas! por ejemplo: marcos se corría todo solo y mechi me confeso su intención de irle directo a las piernas (junto con vane) pero se contuvieron." (nota: en este momento, sus ojos se llenan de lágrimas.)

"Luco que erró unos buenos (goles). No soy tan perspicaz en la atencion al partido me doy cuenta..goles varios (creo que perdimos aunque no los terminamos contando) Sebas como siempre un caballero" (Nota: sebas, por "Sebastiano". Muy de mujer "no contar los goles")

"La gente del 2do partido empezó a caer pero claramente nadie quería dejar la cancha, ahí la cosa se volvio mas interesante aun, quedamos vane para un lado y yo para el otro xq faltaron jugadores..mi equipo que puedo decir, impecable, se vió exquisito fútbol de la mano del pelado y el barbudo de misiones, mas sebas q seguía con nosotros" (nota: muchas faltas de ortografía por el uso de "facebook", corregidas por su servidor)

"En frente lumerman y la liebre Ivan hicieron bellísimas jugadas, pero aun así fueron muchos los goles que les hicimos..pachila con su estilo y golpe fuerte dio varias amenazas
Y al final entregamos la plata xq nos subieron la tarifa, brindamos con stella artois y mechi quebró su botín"

Hasta aquí, todo lo que los dioses han querido compartir (Se de primera mano, que además la señorita del relato hizo 1 (un) gol. Si algún valiente recuerda algo más, se dirá por este medio, sino, lo que dijo Majo es la verdad para quien escribe. Adém.