En los últimos años, se ha demostrado que, no solo tiene polos con hielo de agua, sino que también, debajo de su superficie, a lo largo de casi toda su extensión, también hay agua. Cuentan los que saben (o parecen saber) que millones de años atrás, esa agua en estado solido podría haber fluido por su superficie como fluye en la Tierra. Además, saben que también hubo una atmósfera más amigable y hasta un campo electromagnético como el de nuestro planeta.
Pero todo este proceso, en algún momento terminó.
De la misma forma, algunos de los que nos creímos dotados futbolísticamente, "no damos pié con bola" últimamente. Por mi parte, vengo de 2 (dos) derrotas terribles seguidas, con 10 (diez) goles de diferencia, por lo menos. En esta última ocasión, los Buenos (Ale, Facundo, Iván, Marcos y MacNamara), llevaron siempre el liderazgo con buen juego, comunión y orden. Nosotros, los Malos (Fer, Andres O, Diego, Luco y yo) caímos en la trampa de la comunicación oral, cuando lo que un equipo necesita es hablar con los pies, con los ojos, con el viento, con el cuerpo.
Cuando un equipo juega bien, cada jugador se acomoda en el espacio en una síntesis entre movimiento y estatismo y movimiento nuevamente. Cuando un equipo juega mal, parece que debajo de su superficie se congelara la sangre (como el agua de marte) y se estanca en el espacio. Y poco a poco hace cada vez más frío, y alguno se acomoda el rodete, otro corre sin sentido y otro se cuida de más para no lastimarse.
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