lunes, 21 de abril de 2014
Gol con efecto
Esto es algo que pasó en el último partido.
Mientras tanto escucho que ganó Burzaco y volverá a jugar en primera C, después de 11 (once) años. Según el Ruso Verea, el jugador de categorías inferiores, tiene que desear ser un jugador de primera.
Fútbol de Resurrección
huevo de pascua |
Casi me lo pierdo. Últimamente estoy un poco desconectado y no había visto que hubo un cambio de cancha, así que, cuando a las 20 (veinte), el señor que no nos quiere de San José me dijo "Dieguito canceló", me puse un poco triste.
Por suerte, minutos después me llamó Lucas y me avisó que se jugaba en la cancha de Pichincha. Bajé corriendo las escaleras, corrí las primeras 3 (tres) cuadras y después solo caminé rápido.
Cuando llegué, el partido ya se estaba jugando y me tocó jugar para el equipo con remeras de color (el enemigo vestía de negro), y, al tener una camiseta del color del mal, tuve que jugar con el torso desnudo (no es algo que disfrute, pero lo disfruto).
Como ya todos sabemos, el estadio "Pichincha" es de 7 vs 7, lo que permite un juego mucho más emocionante en muchos aspectos y presenta dificultades que en la cancha chica no existen. A mi, personalmente, me gusta mucho.
Los equipos formaron así:
. Los Buenos: Diego L, Andrés O, Andrés K, Marcos "de las estrellas", McNamara, Seba B y yo.
. Los Malos: Ale L, Facundo (el que parece un demonio, no el otro), Fer, Iván, Leandro Barrios, Luco y Pablo L (que vino desde la Patagonia especialmente para este grandioso evento).
Cuando llegué, el partido ya había comenzado y estábamos 2 (dos) abajo, en ese momento, quizá, debido a que la cosa se equilibró cuando finalmente ambos equipos tenían la misma cantidad de jugadores, el match se empardó y llegó a darse vuelta con un hat trick de su servidor. El primer gol, vino de una triangulación y asistencia final de Andrés O, que me dejó solito frente a un arco vacío. El segundo, vino de una contra y tras correr y quedar frente al arquero, le pegué fuerte para que entre, y entró. El trecero, fue un gol de lejos, le pegué al esférico y sentí la "comba" salir de mi pié. La pelota avanzó casi al ras del suelo y pasó por algunos jugadores para luego meterse en el el palo de atrás del arquero (segundos antes Marcos me retaba).
A partir de ahí la cosa se puso violenta, los Malos empezaron a atacar fuerte y la gran actuación de McNamara en el arco nos protegió de la derrota, sacando balones imposibles.
Pronto, desesperados, los Malos comenzaron a usar recursos extra futbolísticos poco nobles (provenientes de las mentes maléficas de Facundo y Barrios), y empezaron a inventar faltas y caer al suelo, pedir laterales y corners que no eran. Y en ese mismo momento, sin jugar demasiado bien, nuestro equipo se llenó de heroísmo y épica, y, de la mano de Andrés O (que convirtió múltiples goles), cerramos el partido dejando todo y sin lugar para las dudas.
Aquí en el final, paso a comentar que del lado de los Malos hubo momentos infernales, por momentos, su juego fue maravilloso y quizá, si el fútbol se tratara de hacer pases y no de hacer goles, hubieran ganado. Nuestra victoria se debió a otra cosa: Corazón.
Apéndice (Iván es Igor)
La semana anterior no pude asistir debido a cuestiones personales, sin embargo, una de las jugadoras del mixto me hizo llegar algunos comentarios que ayudan a mantener el espíritu semana a semana.
"Varias cosas sobre el futbol:
en cuanto a los progresos futbolisticos debo contarle que hoy meti un gol de zurda y despues otro a lo "supercampeones" desde el piso, cayendo a gran velocidad y pegandole de manera horizontal, en un plano paralelo al piso (al menos asi lo vi yo y eso nada tuvo que ver con drogas). Son efimeros pero verdaderos y llenos de magia esos momentos, que lindo es meter un gol, no creo haber sentido nunca sensacion parecida (me estoy poniendo sentimental).
Observaciones sobre el domingo: que bueno es jugar con el pelado (mc namara es?) de tu lado, pareciera que la pelada le brillase a cada instante y se ve clarisimo cuando el balon busca en ella su reflejo para ser devuelta al arco y convertirse en gol (lo hizo en 3 jugadas sucesivas, todas terminaron adentro del arco) o algo asi...(recuerde que no soy tan perspicaz como usted para recordar jugadas).
Otra observacion es que Ivan (al que en secreto llamamos Igor, no por aquel personaje que poseía joroba y era asistente de laboratorio, o un herrero mentalmente insano y con tendencias a romper cuellos, sino por un error en los nombres alla por los inicios del futbol mixto amateur, que nunca pudimos subsanar), usa anteojos anti-fog y eso claramente le da ventajas sobre el resto, ese tipo de adminiculos deberian estar restringidos.
Sin mas, le saludo atentamente y le despido calurosamente!"
sábado, 12 de abril de 2014
Marte
En los últimos años, se ha demostrado que, no solo tiene polos con hielo de agua, sino que también, debajo de su superficie, a lo largo de casi toda su extensión, también hay agua. Cuentan los que saben (o parecen saber) que millones de años atrás, esa agua en estado solido podría haber fluido por su superficie como fluye en la Tierra. Además, saben que también hubo una atmósfera más amigable y hasta un campo electromagnético como el de nuestro planeta.
Pero todo este proceso, en algún momento terminó.
De la misma forma, algunos de los que nos creímos dotados futbolísticamente, "no damos pié con bola" últimamente. Por mi parte, vengo de 2 (dos) derrotas terribles seguidas, con 10 (diez) goles de diferencia, por lo menos. En esta última ocasión, los Buenos (Ale, Facundo, Iván, Marcos y MacNamara), llevaron siempre el liderazgo con buen juego, comunión y orden. Nosotros, los Malos (Fer, Andres O, Diego, Luco y yo) caímos en la trampa de la comunicación oral, cuando lo que un equipo necesita es hablar con los pies, con los ojos, con el viento, con el cuerpo.
Cuando un equipo juega bien, cada jugador se acomoda en el espacio en una síntesis entre movimiento y estatismo y movimiento nuevamente. Cuando un equipo juega mal, parece que debajo de su superficie se congelara la sangre (como el agua de marte) y se estanca en el espacio. Y poco a poco hace cada vez más frío, y alguno se acomoda el rodete, otro corre sin sentido y otro se cuida de más para no lastimarse.
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